La Dieta IG: Guerra contra las grasas

El índice glicémico mide la velocidad con la cual el organismo desdobla los alimentos para producir glucosa, que es la principal fuente de energía del cuerpo. Si los alimentos tienen un IG alto, se descomponen muy rápido y consecuentemente el cuerpo no se sacia y siente la necesidad de consumir más alimentos. Por el contrario, alimentos con IG bajo se descomponen menos rápido que los de elevado IG y originan la sensación de saciedad. Por lo tanto, la Dieta IG se prepara con alimentos de bajo índice glicémico, tales como carnes magras sin grasa; pescados; granos integrales; nueces; granos leguminosos; fruta y hortalizas con bajo contenido de carbohidratos como hojas, tomate, pimentón, y otros; incluso puede llevar leche baja en grasa.

Seguir la Dieta IG es tan fácil como seguir un semáforo:

• Rojo significa “pare”, es decir, no coma ciertos alimentos.
• Amarillo significa “coma con prudencia y moderación”.
• Verde significa “adelante”, coma los alimentos que son buenos.

Esto deja ver que la Dieta IG tiene la ventaja sobre otras dietas que provee una nutrición adecuada siendo saludable para el corazón. Además, se pueden consumir tantos alimentos como pueda, siempre y cuando sean los recomendados, por lo que se dice que ha sido diseñada para que el dietista se sienta saciado, satisfecho.

A diferencia de las dietas ketósica y la de Atkins, la Dieta IG incluye el consumo de carbohidratos como frutas, algunas hortalizas y granos integrales; y fomenta en los dietistas eliminar las grasas saturadas.

Al principio puede ser dificultoso adaptarse a la Dieta IG, pero muchos dietistas aseguran que vale la pena el esfuerzo. Usted puede quedar sorprendido de aprender exactamente toda la cantidad de peso que puede perder siguiendo el sistema IG.