Grandes de la Natación II - Dawn Fraser

Siguiendo un orden cronológico, quizás el segundo lugar entre los grandes de la natación olímpica corresponda a una dama: la extrovertida y rebelde australiana Dawn Fraser.

Dawn Fraser nació en Sidney, Australia, en 1937. Desde pequeña sufrió de asma por lo que su médico le recomendó la natación como terapia, y desde entonces comenzó a desarrollar su gran potencial en este deporte. ¿Por qué es de los grandes? Porque ganó 4 medallas de oro y 4 medallas de plata en Juegos Olímpicos (JO), pero 3 de esas medallas doradas los obtuvo en JO consecutivos en la misma especialidad de 100 m libres y fue la primera mujer en bajar de 1 minuto en esta prueba. Como complemento, logró innumerables títulos en competencias mundiales, regionales y nacionales.

En los JO de Melbourne, Australia, 1956, logra su primer oro en 100 m libres, además de oro en 4 x 100 m libres y medalla de plata en 400 m libres. Para ese momento, las australianas dominaban el mundo de la natación, al punto que en esa prueba donde Fraser ganó oro en Melbourne, su gran rival Lorraine Crapp obtuvo la medalla de plata y Faith Leech logró la medalla de bronce para un podio totalmente Aussie. Dawn Fraser vuelve a ganar oro en los JO de 1960 en Roma en la competencia de 100 m libres revalidando el título y agrega 2 medallas de plata a su colección en competencias de relevos.

Finalmente en Tokio, durante los JO de 1964, Fraser a la edad de 27 años cuando la mayoría de los nadadores se han retirado,  gana su tercera medalla de oro en la misma especialidad de 100 m libres y 2 medallas de plata en relevos, para un total de 4 medallas de oro y 4 de plata en competencias olímpicas. Después de ella, solo Krisztina Egerszegi y Michael Phelps han logrado ganar medalla de oro en tres olimpíadas consecutivas en la misma especialidad.

En Tokio, antes de la clausura de los juegos, la rebelde Dawn se fue de parranda con unos amigos y aparentemente algo embriagada por el consumo de bebidas alcohólicas, protagonizó un episodio muy especial cuando se dedicaron a intentar robar una bandera japonesa en el propio Palacio Imperial. Esto causó que pasara varias horas detenida junto a sus amigos, aunque pudieron asistir a la ceremonia que cerraba aquellos juegos. Como consecuencia de esta actitud de indisciplina, las autoridades deportivas de Australia la penalizaron con una suspensión por 10 años, lo que acabó con su brillante carrera en la natación.

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