Estudiar en línea

Asistir a clases en un aula convencional no ha pasado de moda. Ese modelo educativo se mantiene hoy en día. Millones de personas en el mundo lo hacen, pero también millones de personas en el mundo asisten a cursos, diplomados, especializaciones y cualquier otra cantidad de estudios de cuarto nivel que se imparten en línea, online, de manera virtual, “a distancia” o “por Internet”, como lo quieras llamar.

Algunas personas no logran acostumbrarse a esa modalidad. Extrañan el pupitre, el encuentro cara a cara con el docente, el intercambio con los compañeros, el cafecito después de clase. Pero en la agitada vida moderna en la que es tan complicado el desplazamiento y el tiempo no alcanza para todas las ocupaciones, las clases en línea  son un efectivo mecanismo de enseñanza que tiene muchas ventajas que debes aprovechar.

¿Cuáles son las ventajas de estudiar en línea?

No es de tiempo completo. La educación en línea es ideal para quienes poseen responsabilidades como trabajos, familia, hijos y les resulta complicado acercarse físicamente a una universidad.

La variedad de opciones es muy amplia. Escoge aquella  que más se ajuste a tus necesidades y a tu nivel educacional ya que hay cursos de grado, MBA, máster y otros.

Las clases en línea suelen ofrecen materiales que podrás descargar desde tu ordenador. Incluso la descarga de conferencias, textos y cualquier otro material adicional. La mayoría de los programas tiene un sistema de “mesa de ayuda” o helpdesk 24 horas donde un especialista te asesora en caso de algún problema.

Los cursos a distancia te permitirán ahorrar el tiempo que gastarías en trasladarte y en estacionar tu vehículo si fueras a un curso tradicional. Esta modalidad, te permite disponer de tu tiempo. Y ganarás en calidad de vida, pasarás una mayor parte del día con tu familia, si quieres.

Si optas por un programa a distancia podrás elegir cuándo estudiar de acuerdo con tu gusto y el resto de tus actividades. Lo ideal es que te establezcas una rutina para conciliar con éxito el trabajo y las clases.

Los cursos presenciales requieren que los estudiantes completen sus tareas en un plazo pero quienes elijan por la modalidad online podrán hacerlo cuando lo consideren. Puedes incluso adelantarlos para poder tomarte vacaciones cuando quieras o bien irte formando y decidir el momento en el que quieras presentar las pruebas.

Los programas en línea te permitirán convivir con ambas actividades sin padecer el estrés propio de quienes deben trabajar y, de noche, asistir a clase.

A veces, por razones climáticas, muchas clases de cursos convencionales pueden cancelarse lo que implica que el semestre se alargue. En las clases online eso nunca sucederá, incluso si tu internet un día no funciona.

Estudiar un posgrado o maestría en línea es más barato que hacerlo de manera presencial. Las clases impartidas de manera online tienen la ventaja de reducir los costos de materiales, libros y de transporte para el estudiante.

Al estudiar en línea no existen fronteras geográficas, por lo que puedes elegir estudiar una carrera que no se imparta en tu país y puedes tener acceso a miles de universidades alejadas de donde vives.

Estudiar en línea te ayuda a desarrollar ciertas competencias como: administración del tiempo, trabajo en ambientes virtuales, autogestión y desarrollo de habilidades de investigación, entre otras.

En la modalidad en línea no hay cosas como que “no llegó el maestro”, o “no había salón” o no tienes que soportar algunos personajes ególatras a los que les encanta interrumpir al profesor con sus comentarios.

Los programas están diseñados para que sean dinámicos y que faciliten el aprendizaje.