Que nada empañe el placer de viajar
Viajar es una experiencia única que alimenta el alma. Hay expertos que señalan, incluso, que viajar aporta grandes beneficios a tu salud y a tu estado de ánimo. No te enfoques en lo prolongado del vuelo, en la comida o en el estrés que te causan los aeropuertos, piensa solo en la experiencia de conocer otro lugar, en la idea de visitar viejos amigos y en las emociones que se disparan apenas comienzas a transitar el camino.
Tomar un avión e ir a otro lugar fuera de tu hogar y trabajo puede ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad. Viajar hace que te desconectes de todo lo que pueda alterarte.  Según la Asociación Americana de PsicologÃa, las vacaciones y viajes pueden ayudarte a manejar las emociones negativas porque eliminan los ambientes y actividades que te alteran en el dÃa a dÃa.
Un viaje te saca de tu zona de confort y te obliga a hacer cosas que usualmente no haces. Es decir, viajar potencia tu capacidad para resolver problemas y aventurarte.
Los viajes también te abren la mente y amplÃan tus horizontes. Cuando conoces otros lugares y otras personas tienes que  despojarte de prejuicios para aprovechar mejor cada experiencia que se te presente en tu recorrido.
Ahora bien, viajar implica, en muchos casos, montarse en un avión y la idea es que ese paso también sea una experiencia placentera. Aprovecha los dÃas libres desde un principio, aunque ese inicio sea permanecer encerrado durante 8 horas en un avión
Para hacer más placentero el viaje procura reservar un buen asiento con antelación.
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Si quieres más sitio para las piernas tendrás que optar por las salidas de emergencia o los asientos de pasillo; si deseas evitar a niños llorones aléjate de la parte de las mamparas, reservadas para ellos; si necesitas tranquilidad no elijas los que están cerca del personal de vuelo o de los lavabos…
Tienes que ir cómodo el dÃa de tu vuelo. Ponte prendas holgadas y cómodas y deja las joyas para otro momento. Recuerda que en los aviones suele hacer bastante frÃo, asà que lleva algún abrigo y procura vestirte en varias capas para que puedas adaptarte a los cambios de temperatura. Además, es muy importante que selecciones un calzado adecuado y que, sobre todo, no te apriete, para evitar que se te hinchen.
Si quieres tener un vuelo cinco estrellas anota todo lo que precisarás para estar cómodo. No está de más llevar tu propia manta y almohada que te hagan sentir como en casa y te ayuden a conciliar el sueño, al igual que un antifaz y unos tapones para los oÃdos que te aÃslen del resto de los pasajeros. Algunos artÃculos de higiene básicos como el cepillo de dientes y la pasta dentÃfrica en tamaño adecuado para equipaje de mano te harán sentir más fresco cuando pasas tanto tiempo en un avión.
Si quieres estar más relajado tanto antes de embarcar como cuando entres al avión, no cargues con demasiadas cosas en el equipaje de mano. Una maleta de cabina pesada te entorpecerá al moverte por la zona de embarque y cuando tengas que colocarla en los lugares diseñados para ello en el avión. No te olvides de hacer una pequeña bolsa aparte en la que lleves lo indispensable para pasar más cómodo el vuelo (tapones, antifaz, ropa abrigada, etc.) y tenerlo a mano en lugar de tener que levantarte a recogerlo de la parte superior.
Deja a un lado las prisas y no te estreses ni a la hora de embarcar ni a la llegada, vivir un vuelo tranquilo desde el comienzo te hará pasarlo mucho mejor.
Es muy importante que no te quedes todo el tiempo sentado si vuelas más de cuatro horas, ya que si lo haces existe riesgo de desarrollar trombosis venosa profunda (TVP). Por lo tanto, es conveniente que camines cada una o dos horas por los pasillos del avión, estires un poco las piernas y la espalda, hagas ejercicios de elevación de los dedos de los pies y que no hagas abuso de fármacos y pastillas para dormir que no hayas usado con antelación y de las que desconozcas sus efectos secundarios. Toma mucha agua y feliz viaje…