Depilación con láser para principiantes

El tratamiento con laser para depilación, es uno de los más complicados pero a la vez es quizás el más eficiente y duradero. La primera vez que una persona acude a hacerse un tratamiento de este tipo, es normal que se sienta algo nerviosa y con ansiedad. Sin embargo, es bueno relajarse y pensar que no va a correr ningún peligro y además es algo que le brindará grandes beneficios.

Al entrar al consultorio, y dependiendo del área a depilarse, tendrá que desvestirse y cubrirse con una especie de toga que le suministran. El área a ser tratada es bien lavada para eliminar restos de lociones, cosméticos, perfumes o desodorantes. Luego se empapa con alcohol, y dependiendo de la situación, puede ser afeitada o no. A continuación, la piel es enfriada para reducir posibles efectos colaterales y se le suministran unos anteojos protectores que debe usar durante todo el procedimiento.

Al principio, le hacen una pequeña prueba para evaluar la tolerancia de la persona al tratamiento y ayudarla a relajarse. La pequeña área tratada es luego evaluada para ver si se ha formado alguna ampolla o ruptura de la piel.

A continuación viene el tratamiento propiamente dicho, durante el cual el laser es dirigido hacia los folículos pilosos del área a tratar. Los folículos tienen una pigmentación oscura que les permite absorber la energía del rayo laser. El tiempo requerido para el procedimiento va a depender de la abundancia de pelos a remover, tardando de 10 a 60 minutos según el tamaño del área a depilar. Si durante el proceso la persona siente algún tipo de dolor, se puede aplicar una anestesia tópica localmente. Después de finalizada la depilación, puede quedar algún enrojecimiento o hinchazón del área, lo cual desaparecerá en uno o dos días.