¿Cómo leer más rápido sin dejar de comprender?
Para Mi Gelatina la lectura es lo más importante, en especial nos gustan los libros impresos, aunque también nos lanzamos a la lectura digital y nos ha ido muy bien, sin embargo, por alguna misteriosa razón, tenemos varios libros pendientes y sentimos que cada vez se nos acumulan más... algunas veces pensamos que es falta de tiempo, otras sencillamente que leemos muy lento, y cuando intentamos leer rápido sentimos que la lectura no nos llega como quisiéramos. ¿Te sientes identificado?
Pues evalúa la torre y la lista de libros que tienes en casa y sigamos estos consejos para leer rápidamente sin dejar de comprender nuestra lectura, pues, la velocidad de lectura con comprensión se basa en algunas técnicas claves que cualquiera puede practicar:
- Aprovecha al máximo tu día: Por ejemplo puedes despertarte una hora más temprano de lo habitual y dedicarla a tu lectura, así como media hora después de tu almuerzo y una hora antes de irte a dormir... ¡Serían 2 horas y media de lectura diarias! ¡Imagina todo lo que leerías sin prisas y sin presiones!
- Benefíciate de algunos momentos: Cuántas veces nos quedamos dormidos en el bus o en el tren, o peor, vamos con la cara pegada a la ventana pensando tonterías... Aprovecha este momento para dedicarle a tu lectura, sea cual sea tiempo le dedicarás al menos unos 10 minutos :D
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- No leas en voz alta: Romper ese hábito puede aumentar drásticamente la velocidad de lectura. Todo lo que necesitas hacer es desactivar el mecanismo del habla en el cerebro, así como murmurar o incluso comer mientras estás leyendo.
- No regreses al párrafo o línea anterior: Cuando leas evita releer o detenerte en la palabra que acabas de leer.
- Salta capítulos: Este no lo recomendamos mucho, solo en casos de emergencia que necesites algo veloz. Skimming es el método de lectura a velocidad que funciona especialmente cuando estamos interesados sólo en ciertas partes de un libro.
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- Prueba con audiolibros: Lo más probable es que no se pueda leer todo el tiempo. Para esos momentos en los que no se puede tener un libro en la mano, como cuando estás conduciendo, comiendo o haciendo ejercicio, los audiolibros son una gran manera de llenar el silencio y ponerse al día con los textos pendientes.
- Dile adiós a ese libro que no te gusta: Si lees un par de capítulos en un libro y no lo disfrutas, deja de leerlo sin remordimiento. Puede ser el libro equivocado en el momento equivocado y por lo tanto lo leerás después. ¿Es un libro que te prestaron? Devuélvelo. ¿Estás seguro que jamás lo leerás? Préstalo a otra persona o dónalo a una biblioteca. No vas a disfrutar de todos los libros, así que no pierdas el tiempo en los libros que no te gustan.
- Haz un calendario de lectura: Dependiendo de la cantidad de libros pendientes y temas priorizados establece un calendario para organizar la lectura en el día. Define horarios y libros que leerás cada semana o cada mes.
Nosotros por ejemplo, entre nuestros propósitos del año, tenemos al menos, leer un libro mensual, de manera de haber leído para diciembre 12 libros durante el año. ¿Qué te propondrás tú?