Biodegradación del plástico

Desde mediados del siglo XX hasta hoy, los productos a base de plástico han sido mundialmente muy importantes en el desarrollo industrial y económico. El plástico puede ser duro, elástico, resistente, transparente, pero esas mismas excelentes características han permitido que sea muy duradero en los ambientes naturales si no se maneja adecuadamente. Siempre se señala que el plástico no es biodegradable, porque no se conocía ningún organismo vivo capaz de alimentarse y degradar, especialmente al PET (Tereftalato de polietileno), que es uno de los plásticos más utilizado en la industria para envasar agua, refrescos, aceites, productos farmacéuticos y otros.

La buena noticia, es que científicos japoneses han descubierto una bacteria, a la que han bautizado como Ideonella sakaiensis, que tiene una carga enzimática que le permite vivir alimentándose de PET. Una vez que han identificado estos microorganismos, pueden ser utilizados para descontaminar ecosistemas invadidos por envases liberados y acumulados en espacios naturales.

Por otro lado, científicos británicos, basados sobre los descubrimientos de los japoneses, descifraron la estructura cristalina de la bacteria Ideonella sakaiensis y lograron crear en condiciones de laboratorio, una enzima capaz de digerir PET y el Polietileno Furanoato (PEF), que comienza a utilizarse en grandes cantidades para envases de cerveza. Señalan estos expertos británicos, que esta creación puede conducir a soluciones de reciclaje para los millones de desechos plásticos que contaminan ríos, mares y tierra por todos lados del planeta. Se está llegando, cada vez más cerca, a una solución para eliminar la montaña de desechos plásticos que cada día crece más, en basureros y en cualquier lugar del paisaje terrestre.

A pesar de esos descubrimientos y del arduo trabajo que se continúa realizando, aún queda mucho trecho por recorrer para la aplicación práctica de estos resultados, con el fin de utilizarlos en biorremediación a gran escala.